Balenciaga inauguró su nueva flagship, ubicada al pie de las famosas escaleras de la Plaza de España en el corazón de Roma. La marca introduce en esta tienda un concepto especifico para mostrar hombre, mujeres y niños, así como ready-to-wear, bolsos, calzado y accesorios en dos pisos completos.
Puertas y ventanas completamente de vidrio y ligeramente curveadas dan un aspecto convexo desde la calle que revelan un amplio interior desde el exterior. Adentro, cada cuarto abre hacia otro, cada uno es una variación del anterior. Los pisos de cada cuarto están hechos de una variedad de texturas: asfalto, azulejos de concreto y una alfombra con él logo en gris cemento y rojo.
Influenciada por la cultura de la preservación y el drama que rodea esta nueva flagship, sus paredes están parcialmente oscurecidas detrás de un vidrio o cortinas rojas. Espejos industriales, metal laqueado, aluminio y otros detalles que convierten las marcas públicas de los muros a un espacio privado.
